Laurel en las brasas: el ritual secreto que transforma el asado


En Argentina, el asado representa gran parte de la gastronomía nacional. Existen diferentes formas de prepararlo, incluso trucos y rituales secretos para transformarlo y conseguir un sabor distintivo.

Así como algunas personas tienden a pincelarlo con chimichurri, utilizar sal o aceite con ajo y perejil, otros usan diferentes tipos de maderas y hierbas, como el laurel, en las brasas.

Las ramas de laurel tienen un papel importante a la hora de darle al asado un sabor superador. Suelen ser la elección de muchos debido a que le dan un perfume particular al humo que luego se impregna en la carne.

Algunos parrilleros utilizan el laurel con fines esotéricos, haciendo que sea parte de un ritual que se suma al complejo rito de hacer un asado.

Las hojas de laurel tienen un componente místico cuyo origen se encuentra en tiempos remotos. En la mitología griega ya estaban relacionadas con el dios Apolo, entonces eran consideradas sinónimo de victoria y honor.

También solían ser utilizadas como decoración, específicamente como adornos de corona para eventos deportivos así como para emperadores y generales romanos.

En la actualidad, las hojas de laurel son fundamentales en rituales de abundancia, limpiezas energéticas y protección armónica.

Cuando se prende el fuego para el asado, muchas personas suelen tirarlas en las brasas con el fin de atraer abundancia y alejar las malas vibras. De acuerdo con los expertos en el marco de lo esotérico, lo más importante en este rito es la intención que se ponga.

Por eso, aconsejan esperar a que el fuego se encienda un poco para tirar el laurel mientras se repite tres veces “gracias”. Una vez realizado este paso, hay que dejar que se consuman.

Si bien no hay sustento científico que avale este ritual, se cree que ayuda a cancelar deudas, disminuir las carencias y desbloquea la energía del dinero.

Más allá de las razones esotéricas, los parrilleros usan las hojas de laurel para mejorar el sabor de su asado y conseguir su distinción. Se colocan en las brasas de forma continua para que el humo le de un sabor ahumado a los cortes de carne.

Fuente: www.clarin.com

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